TRIP TO MALTA

Este año la CEPA OARSOALDEA ha vuelto a realizar un viaje al extranjero con un gran éxito de participación. Del día 19 al 24 de mayo 27 alumnos de los tres círculos Errenteria, Pasaia y Oiartzun han tenido la oportunidad de volver a visitar un país de lengua inglesa y poder poner en práctica sus conocimientos. Han sido seis días intensos en los que se han visitado numerosos lugares y han descubierto toda la mezcla de culturas que han tenido las islas maltesas a los largo de los siglos. Como he dicho, uno de los objetivos era la práctica de la lengua que estudian pero Malta es mucho más que todo eso. No hemos dejado de movernos por las islas y hemos descubierto sus pequeños pero valiosos tesoros.

El primer día llegamos al mediodía e, inmediatamente, salimos a la calle a descubrir La Valletta. Nos recibió una temperatura muy agradable y los rayos del sol nos animaron a dar nuestros primeros pasos.

El domingo día 20 hicimos la clásica visita a Marsaxlokk, pueblo pesquero que cada domingo organiza su mercado tradicional con venta de todo tipo de productos, especialmente pescado fresco. El pueblo de Marsaxlokk es uno de los más fotografiados por sus barcas llamadas luzzus que tienen el famoso ojo de Osiris en la proa, amuleto que les protege de tempestades y les augura buena pesca. Nos dio tiempo a pasear, comprar, comer y hacernos un montón de fotos. Realmente es un sitio muy agradable.

A la vuelta de Marsaxlokk nos dio tiempo de visitar el templo megalítico de Tarxien.  Es increíble ver cómo hace más de 4500 años se movían bloques de piedras que algunos podían pesar más de 20 toneladas. Si hubieran tenido unos cuantos Perurenas con ellos todo ese trabajo habría sido más sencillo, verdad?

Ahora que estamos en primavera los días son más largos por lo que después de Tarxien nos quedó tiempo para acercamos a Birgu, una de las tres ciudades. En Birgu o Vittoriosa recorrimos sus calles estrechas, lugar de alojamiento de los Caballeros de la Orden de San Juan cuando llegaron a Malta. Por sus calles se pueden ver los albergues y palacios donde se alojaron estos caballeros.

Terminamos nuestra visita en el puerto contemplando las pequeñas txalupas de más de 50 metros de eslora propiedad de unos cuantos magnates. A nosotros nos dio para probar algo más de nuestro tamaño; nos gustan las emociones fuertes y estar en contacto con el agua.

El lunes día 21 probamos la pésima puntualidad del transporte público maltés del que ya teníamos información; eso era parte de la aventura. Nos costó bastante llegar a Zurrieq y ver la Gruta Azul. Todos estos lugares han sido platós de numerosas películas como “Ágora”, “Troya”, “El Conde de Montecristo”, etc. La llegada nos regaló una costa preciosa llena de grutas y aguas cristalinas. Nuestro único problema fue que ese día la mar estaba movida y no salían barcas para visitar in situ las grutas protegidas. Lo dejaremos para otra ocasión.

De vuelta visitamos otros dos templos Hagar Qim o Mnjdra. Son los yacimientos prehistóricos mejor conservados de Malta. El emplazamiento es precioso y están frente a la isla de Filfa. Se cree que fueron construidos para alinearse con los movimientos de los rayos de sol.

Terminamos el día dando un paseo por la Co-Catedral de St John, lugar austero por fuera pero que guarda los mejores tesoros ofrecidos por los Caballeros a la ciudad de Malta cada vez que subían de rango.  En el oratorio está la obra maestra de Caravaggio, “La decapitación de San Juan Bautista.

El martes tocó visita a ciudades interiores: Mdina, Rabat y Mosta. La ciudad amurallada de Mdina ha sido decorado de rodajes como “Juego de Tronos” y sus callejas estrechas con grandiosos palacios han sido escenario de muchas películas. Rabat, a las afueras de Mdina, tiene famosas catacumbas del s. IV y lugares agradables donde poder tomar un tentempié.

Terminamos el programa del día con la visita a La Rotunda en Mosta. La iglesia de St Mary construida entre 1833 y 1860 es una iglesia de planta circular con un pórtico de seis columnas que se inspiró en el Panteón de Roma Tiene una de las cúpulas más grandes del mundo 67m y casi 40 m de diámetro. Durante la Segunda Guerra Mundial , el 9 de abril de 1942 una bomba cayó en la iglesia pero no explotó. Había 300 feligreses congregados. En la sacristía se guarda una réplica de la bomba que impresiona bastante.

El miércoles 23 tocaba poner rumbo a dos de las islas más famosas de Malta: Gozo y Comino. Si no hubiera sido porque en el barco íbamos un montón de turistas ávidos de conquistar todo tipo de aguas cristalinas y tiendas de encaje, habría sido un lugar idílico. Hicimos la típica embarcada en el ferry que nos condujo al puerto de Gozo después de una singladura de hora y media donde hubo tiempo para usar la barra libre de bebidas y captar los típicos mareos de la tripulación que convirtieron las mesas en improvisados camarotes donde poder reposar sus cabezas mareadas. Llegamos a Gozo y nos montamos como ovejas en autobuses que nos trasladaron a un par de lugares típicos. Como peregrinos visitamos Ta´Pinu y, a velocidad del viento como muestran nuestras cabelleras, la Ciudadela.

Y llegó el temido jueves 24, día de partida. Sabiendo de antemano que nos esperaba un tiempo de lo más invernal en casa, estuvimos a punto de alargar nuestra estancia en la isla. La mañana fue libre. Algunos descubrimos la piscina que había en la azotea de nuestro hotel y que, por falta de tiempo, se había quedado sin usar. Otros hicieron las temidas compras, todo muy respetable.

Dicen que en tres días uno da por terminada la visita a este lugar; no comparto esa opinión. Si uno quiere degustar bien todos los rincones de este sitio le debe dedicar un tiempo para poder charlar con los lugareños, tomarte una Cisk (cerveza local) contemplando la vida diaria  con tranquilidad y perderte por calles o rincones que no aparezcan en las guías turísticas.  Eso lleva su tiempo y también da calidad a un viaje. Me guardo los apuntes porque seguro que en alguna otra ocasión doy una nueva oportunidad a este país lleno de contrastes.

Gracias a todo el grupo porque ellos supieron llevar bien los contratiempos y siguieron uno de mis consejos más importantes: meter una gran sonrisa en la maleta.

Un saludo, y nos vemos en la siguiente aventura.

Miren Lázcoz